Igual que ocurre con el resto del cuerpo, a medida que pasan las décadas nuestro cerebro empieza a sufrir un deterioro natural en su capacidad cognitiva. Frenar el devenir de los años resulta imposible, pero sí existen estrategias que ayudan a minimizar sus efectos y mejorar el desenvolvimiento diario.
Entre ellas, en Tucumán existen varios espacios dedicados al neurogym (gimnasia cerebral). El término alude a un programa de ejercicios diseñados para trabajar nuestras funciones psíquicas superiores. Es decir, todo lo relacionado con la memoria, la atención, el lenguaje y el pensamiento.
“A medida que avanzamos hacia la vejez, el cerebro resiente la pérdida neuronal. No obstante, mediante la estimulación correcta podemos favorecer la neurogénesis y promover nuestra salud mental presente y futura”, explica Silvana Castro, profesora de dos talleres referidos al tema.
Desde el 2018, la especialista dicta clases -los miércoles, de 18 a 19.30- en la Casa del Bicentenario (Adolfo de la Vega 505). En compañía de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, este año la convocatoria se extendió también al centro cultural Mercedes Sosa (9 de Julio 720); con reuniones los miércoles a las 10. Para mayor información, quienes deseen activar su mente en “modo fitness”, solo deben llamar al teléfono (381) 4873149.
Actividades
Los ejercicios de neurogym no son para nada rebuscados ni requieren de grandes materiales para llevarlos a cabo. Al contrario, en estos se emplean dinámicas con sopas de letras, crucigramas, rompecabezas, sudokus y cálculos mentales.
Además hay consignas que nos transportan a la infancia con trivias, sesiones de tutti frutti o dominó. “Todas esas actividades que parecen lúdicas o de recreación resultan positivas porque luego sus efectos se replican en otras áreas. También suma aprender una nueva habilidad, hobby o idioma”, indica la fonoaudióloga.
Lo importante es notar que realizamos un esfuerzo cerebral (adiós al piloto automático) y que los ejercicios evolucionen y se perpetúen en el tiempo.
Cuándo arrancar
En cuestión de hábitos saludables, suele decirse que las decisiones que tomamos a los 30 representan la proa de cómo será nuestro estado general a los 60. Sin caer bajo presión esto implica que resulta preferible planificar de antemano la manera en que queremos envejecer.
“La mayoría de la gente asocia la llegada de la jubilación a un retiro intelectual; un quiebre en el cual termina su rol productivo y surgen un montón de incógnitas sobre qué hacer ahora. Por lo tanto, se recomienda no esperar hasta tal etapa para ocuparnos de nuestra reserva cognitiva”, agrega Castro.
Efecto integral
Al propiciar el envejecimiento activo, a largo plazo el neurogym colabora a que sintamos una mejora integral en nuestra calidad de vida.
“Desde la gimnasia para la mente trabajamos con el concepto de plasticidad neuronal. Esta hace que un adulto mayor que incorpore en su rutina la estimulación cognitiva pueda incorporar experiencias, herramientas y sensaciones que le hacen frente a aquello que se pierde con la edad”, comenta la psicóloga Constanza Baiz, coordinadora del programa Mayores Activos de Fundación León.
La organización sin fines de lucro cuenta con sus propios talleres de neurogym (destinados a mayores de 55). Las clases serán gratuitas, con modalidad enteramente presencial y se dictarán a partir del 22 de febrero en Maipú 452. Los interesados pueden optar por asistir los martes o los miércoles, de 10.30 a 12.
Para inscribirse o solicitar datos extra hay que comunicarse por WhatsApp al (381) 156167058 (línea “León con Vos”) o por mail a constanza@fundacionleon.org.ar.
Baiz destaca que existe una marcada preocupación por parte de los adultos mayores al ser conscientes de algunas omisiones. “El año pasado nos llegaron diversas consultas derivadas por neurólogos porque los pacientes iban al consultorio por pequeños olvidos que llamamos benignos. Por ejemplo, al no saber donde se dejaron las llaves, guardó determinado objeto o hechos similares dentro del hogar”, acota.
Los talleres de gimnasia cerebral resultan un espacio propicio para aliviar la inseguridad o la ansiedad que deriva de esas situaciones.
La premisa vale el doble al contemplar el estado de desgaste y estrés al cual nos llevó la pandemia. Entre las secuelas de la covid-19, figura la pérdida de la memoria a corto plazo, la aparición de lagunas mentales y los problemas de atención o orientación.
“Esto resalta la importancia de acudir a la consulta médica y apostar por la estimulación cognitiva. Además, el segundo objetivo de estos talleres es habilitar espacios para que los adultos mayores puedan hacerse escuchar, compartir historias, generar lazos sociales con sus pares y conocer sus derechos”, describe.
Actividades
Críticos de cine
A veces ocurre que -por la edad y/o falta de atención- el contenido que vemos en la televisión se nos olvida a los pocos días u horas. Una consigna divertida para remediarlo es armar reseñas del contenido que consumimos. Primero necesitaremos un cuaderno rayado que sirva exclusivamente para este propósito. En cada una de sus hojas hay que marcar los siguientes ítems: fecha, nombre de la película o serie, nombre de los protagonistas principales, puntuación, sinopsis, lo que más me gustó y lo que menos me gustó. La idea es iniciar a rellenar los espacios ni bien acabe la proyección para ejercitar la memoria a corto plazo y escritura.
Al revés y con rapidez
En voz alta y según su orden en el calendario, hay que recitar las estaciones, los meses del año y días de la semana. Al finalizar, el segundo tramo del ejercicio es repetir esa información, pero a la inversa. Por ejemplo, en el caso de los meses, empezaríamos por diciembre. ¿Listo? Tomemos un poco más de tiempo y hagamos lo mismo con nuestro número de teléfono, DNI y el abecedario.}
Escritura alternativa
Para el ejercicio necesitamos solo una revista, libro o diario, un cuaderno y una lapicera. Una vez dispongamos de los materiales, al azar vamos a seleccionar algún artículo o texto al azar. Después de leerlo con detenimiento, la consigna es rehacer el material escrito solo con palabras que no lleven la letra “a”. Cumplir tal misión nos permitirá ampliar nuestro léxico y recuperar algunas expresiones o sinónimos que manteníamos en desuso.
Viajar al pasado
Luego de hojear los álbumes de fotos o la galería del celular, vamos a seleccionar una imagen que nos guste. Esta puede ser de algún viaje en familia, evento o cualquier circunstancia que retrate el pasado; con la única condición de haber ocurrido hace al menos dos años. La actividad consiste en relatar lo que ocurrió en esa foto, su contexto, quienes participaron e intentar rescatar nuestra experiencia sensorial a través de los olores, sabores, paisajes, ruidos, etcétera.